Para el Café del Ingeniero es un placer mostrar a sus lectores desde la óptica de la ingeniería económica una metodología apropiada para seleccionar un vehículo sin clavar en su bolsillo un largo y doloroso cuchillo financiero…
Antes que nada, es relevante partir de algunas premisas de economía que priman cuando se selecciona un activo o máquina, las cuales aplican en la economía familiar para el caso de un vehículo:
- Tener claras la necesidades que se busca satisfacer al comprar un carro
Esta premisa debe llevarnos a definir cuales son los parámetros de selección del carro, estos son:
- Tipo de recorridos normales: es decir en ciudad o fuera de la misma
- Número de personas que el vehículo moviliza durante la mayor parte del tiempo.
- Requerimientos especiales como son transporte de personas con pérdida de capacidades, de edad, con restricciones físicas o también mascotas.
- Características de conectividad especiales.
- Características de ergonomía o confort especiales
Tipo de recorridos normales.
En este caso hemos de preguntarnos si el vehículo buscado estará más allá del 90% del tiempo en ciudad o viceversa en el campo.
Vehículos para ciudad.
Si la respuesta es que estaremos en ciudad la selección del vehículo debe orientarse a aquellos con características tales como llantas y suspensión diseñadas para desplazamiento por asfalto o concreto.
En general, en condiciones citadinas (de asfalto o concreto), un vehículo con tracción delantera es más que suficiente para satisfacer todas las necesidades.
No es necesario seleccionar vehículos con llantas demasiado grandes ( de gran diámetro) o con características como tracción integral en las cuatro ruedas (conocidas con AWD, 4MOTION®, o similares).
Varios fabricantes de automóviles son conscientes del bajo índice de mantenimiento de las vías citadinas en Latinoamérica por lo cual han cambiado las especificaciones de diseño de algunos de sus modelos con el fin de que las suspensiones puedan resistir de mejor manera estas condiciones.
Es importante en este punto preguntar con el distribuidor si el vehículo ofrecido cuenta con algunas mejoras en su suspensión, que sean comprobables, para desplazamiento en vías latinoamericanas.
De otra parte, en Colombia, la velocidad de desplazamiento máxima permitida en ciudad actualmente es 50 km/h. En algunas ocasiones podremos llegar a más de forma segura pero rara vez se logran sostener velocidades por encima de los 90 o 100 km/h por más de dos o tres minutos por cada hora de trayecto citadino.
De acuerdo con lo anterior, y según una de nuestras fuentes favoritas1, la carga o potencia requerida por un vehículo para sostener una velocidad de 50 km/h es de alrededor de 7.5 caballos de potencia….
Para la velocidad tope en ciudad (cuando decidimos pasarnos de audaces…) y logramos tocar los 100 km/h, el sostener esta velocidad requiere de una potencia transferida desde las llantas de alrededor de 25 caballos de potencia…
La primera pregunta que un buen padre de familia debe hacerse es ¿Necesito realmente un vehículo de gran potencia para circular todo el tiempo en Bogotá, Cali o Medellín?
Aún cuando decidiese salir de la ciudad y estirar el motor de mi vehículo a alta velocidad, es bueno que sepamos que sostener una velocidad de 160 km/h para un vehículo de pasajeros como los que vemos en nuestras ciudades requiere máximo de 75 caballos de potencia…
Hoy en día, la mayor parte de vehículos que ofrece el mercado nacional parte de algunos caballos menos que los 75 mencionados arriba…. La gran pregunta que debiésemos hacernos es ¿Para qué requiero un vehículo de 120 HP, 150 HP o más?
La realidad histórica de desarrollo vial en nuestro país nos muestra que el número de kilómetros de carreteras desde 1988 hasta 2025 se ha doblado al igual que la cantidad estimada de carros.
Esto se traduce en la práctica a que el espacio disponible de circulación por vehículo en carretera ha permanecido estable, es decir que cada carro estará separado en carretera una cantidad de metros similar a la que había en 1988 por lo que la mejora en esta medida de progreso vial o incremento de espacio de circulación ha sido prácticamente nula. Este índice podría traducirse en una forma de valorar el poder de circular a más altas velocidades que en el 88…..
En 1988, los carros de más alta potencia ofrecidos por los ensambladores nacionales en el mercado rondaban los 105 caballos de potencia……. En realidad eran vehículos dimensionados bien para la época y los límites máximos que la carretera nos podía brindar dado que para sostener una velocidad de crucero de 120 km/h se requiere solamente alrededor de 38 caballos de potencia.
En resumen, la velocidad segura de circulación en 2025 en Colombia sigue siendo similar a la que se podía tener en 1988… Recuerdo muy bien que mi padre o mi hermano rara vez podían circular a más de 110 km/h o tal vez 120 km/h en aquella época… Pues bien, esa sigue siendo la realidad.
Para aquellos ambientalistas, El Café del Ingeniero puede garantizarles que logramos mucha menos afectación ambiental comprando un vehículo de combustión interna con una potencia adecuada para nuestras necesidades reales (alrededor de 75 caballos de potencia) que adquiriendo un vehículo eléctrico de mayores prestaciones. La razón es que no requerimos tanta potencia o energía por unidad de tiempo en nuestra vías como las que nos ofrecen las gamas media eléctricas…
Vehículos para el campo
Cuando somos aficionados al campo abierto, carreteras destapadas o podemos disfrutar una finca, los requerimientos vehiculares pueden cambiar. En estos casos es importante considerar un vehículo de mayor elevación al piso, con llantas de perfil más elevado y suspensión robusta.
¿Por qué es preferible tener un vehículo con tracción doble o 4×4 a un vehículo de tracción delantera en el campo?
Pues bien, la respuesta está asociada a la heterogeneidad de terrenos que podemos afrontar en el campo. Esto es, nuestro vehículo puede tener que abordar superficies como el barro, la arena, el pasto cuyo coeficiente de fricción es más bajo que el del pavimento.
De la misa manera, las irregularidades del camino pueden hacer que cada llanta del vehículo experimente una condición totalmente diferente. Una llanta puede estar en un hueco mientras otra en un sobresalto.
En estos casos, es recomendable que la tracción de nuestro vehículo garantice en principio que puede transferir la potencia al piso con el debido agarre para avanzar, lo cual no siempre se puede lograr si solo hay tracción en las ruedas delanteras.
De otra parte, el campo puede exigirnos tener que trasladar algunos insumos típicos de finca como alimento para animales (o inclusive animales) cuyos pesos puede acercarse a la media tonelada o más.
Los carros de ciudad no están diseñados con estas capacidades de carga (máximo 250 kg o similar) por lo cual es conveniente contar con una pick up o similar.
En estos casos, las opciones más económicas del mercado son los vehículos de doble tracción también conocidos como 4×4. No es necesario tener 4×4 automática o tracción integral o AWD. Son más costosos y el accionamiento 4×4 solo se requiere en condiciones fuertes o complejas de suelo. Esto en general no ocurre en la ciudad o en la zona urbana de un pueblo..
Número de personas que moviliza la mayor parte del tiempo.
En los vehículos de turismo más pequeños pueden estar cómodamente hasta cuatro personas, e inclusive cinco.
Si eres soltero(a) o solo tienes pareja debes preguntarte si aparte de ocasional traslado de tus padres o abuelos o un par de amigos, vale la pena pagar demás para tener una SUV de seis o siete personas o aún un sedán grande para cinco personas cómodas.
Obviamente, la situación es totalmente distinta si estamos considerando una opción de transporte público.
Los sofás grandes y cómodos deben ser para la casa, no para mirarlos por el retrovisor. La sensación de manejar algo grande puede ser muy costosa. Estamos hablando de que un sedán para capacidad normal de cuatro personas puede costar entre 67 y 85 millones de pesos mientras que un sedán premium para que cinco o seis personas vayan totalmente cómodas puede estar alrededor de los 110 millones de pesos.
Estamos hablando de una diferencia de entre 25 y 43 millones de pesos que contra un crédito bancario se conviertes en 50 a 86 millones de pesos de demás pagados después de cinco años….
Los tres últimos casos:
- Requerimientos especiales como son transporte de personas con pérdida de capacidades, de edad, con restricciones físicas o también mascotas.
- Características de conectividad especiales.
- Características de ergonomía o confort especiales
Ameritarían realmente análisis particulares que tal vez justifican un gasto mayor.